Como todos sabemos la luz no posee luz propia ella refleja la luz procedente del Sol, de la misma manera sucede con nuestro planeta, ambos al ser cuerpos físicos y recibir la luz solar proyectan sombra dirigida hacia el espacio y poseen movimientos de rotación, la Tierra rota alrededor del Sol y la luna igualmente lo hace pero alrededor de la Tierra.
Los eclipses lunares ocurren el Sol, la Tierra la Luna se alinean, produciendo que nuestro planeta arroje una sombra sobre la Luna, bloqueando la luz solar directa que el satélite natural recibe. Pero la luna todavía tiene un débil resplandor, usualmente un tono naranja-rojo que muchos han denominado popularmente como luna de sangre, cabe recalcar que este término no existe en la Astronomía, se ha utilizado como una manera para captar la atención del público para estos eventos.
Esto ocurre debido a un fenómeno llamado Dispersión de Rayleigh, a medida que la luz del Sol pasa a través de la atmósfera de la Tierra, atraviesa diferentes tipos de gases y partículas. Esto lo podemos evidenciar por ejemplo en los amaneceres o atardeceres cuando vemos el horizonte en colores naranja-rojo.
El proceso hace que las longitudes de onda de luz más cortas (azul y violeta, por eso vemos el azul del cielo durante el día) se dispersen más que las longitudes de onda más largas (rojo y naranja).
Las longitudes de onda más largas, son las que logran alcanzar a la luna y le dan un brillo “misterioso” que por muchos siglos se les relacionaba con eventos sobrenaturales relacionados a Dioses según la locación y época en que sucedía. Sin embargo, hoy en día se sabe que son eventos naturales, y fácil de predecir cuando ocurrirán.
Finalmente, informamos que para ver este evento natural, usted no necesita de lentes especiales de protección para su vista, simplemente estar en un lugar donde las nubes no obstaculicen totalmente la observación y si usted se encuentra en algún donde la contaminación lumínica no afecte tanto sería perfecto.
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