miércoles, 27 de julio de 2016

Gracias y Adiós Rosetta



La sonda europea Rosetta cortó oficialmente este miércoles la comunicación con el robot espacial Philae posado en el cometa 7P/Churyumov-Gerasimenko (conocido como “Churi”), anunció la Agencia Espacial Europea (ESA).

La sonda Rosetta, que escolta al cometa, se aleja cada vez más del sol y sus paneles reciben cada vez menos luz.

Tras 10 años de viaje como pasajero de la sonda Rosetta, Philae logró un hito histórico al aterrizar en el cometa “Churi” el 12 de noviembre de 2014.

Sin embargo, la maniobra resultó demasiado abrupta y Philae rebotó dos veces en la superficie, antes de quedar inmovilizado sobre el cuerpo celeste de forma irregular y unos 4 kilómetros de diámetro.
El imprevisto hizo que Philae quedase posado en una zona de relieve accidentado y escasa exposición a la luz solar. El robot agotó sus baterías al enviar a Rosetta el resultado de unas 60 horas de observaciones, y luego se quedó “dormido”.

En junio de 2015 volvió a despertar, pero desde el 9 de julio de ese año no ha dado señales de vida.
Rosetta siguió orbitando alrededor del cometa y comunicándose con la Tierra. Está previsto que antes de concluir su misión se pose sobre el cometa el 30 de septiembre.

Al aproximarse, la sonda tomará imágenes de alta resolución en tiempo real y hará mediciones científicas.
Los científicos en la Tierra tendrán la oportunidad de recabar datos que sólo un encuentro cercano puede brindar.

Una vez en contacto con la superficie del cometa, cesarán las comunicaciones y las operaciones de Rosetta.
Proyectada hace más de 20 años, la misión busca comprender mejor el Sistema Solar desde su nacimiento, ya que se considera que los cometas son vestigios de su materia primitiva.

Gracias a Philae, Rosetta puso en evidencia 16 compuestos diferentes en el cometa repartidos en seis clases de moléculas orgánicas, es decir con átomos de carbono. Cuatro de ellas se detectaron por primera vez en ese tipo de cuerpo celeste.

Gracias Rosseta y todo el equipo humano que una vez nos demostraron que la Ciencia es el mejor mecanismo existente para estudiar y comprender nuestro Universo.

Imagen : AFP

viernes, 1 de julio de 2016

“Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes” (Isacc Newton 1643-1727).

Seguramente, si le afirmamos a algún estudiante durante nuestras visitas escolares que realizamos para promover la Astronomía, que tanto el Sol como las estrellas giran alrededor de nuestro planeta, que la Tierra no posee la forma de una esfera sino que es plana o bien que somos el centro del Universo, ¿Que nos dirían? De manera inmediata nos harían las correcciones necesarias para que no volvamos a cometer estos errores en otros colegios o fácil no nos permitieran la entrada nuevamente a esos centros para brindarles otras charlas. 

Sin embargo, al analizar la historia del ser humano, afirmaciones como estas eran las que se enseñaban en los centros de estudios, las diferentes sociedades poseían su propio criterio de lo que ellos observaban durante las noches y especialmente las europeas ubicaban al ser humano en un lugar muy privilegiado en el Universo, de hecho en la mayor parte de la historia del ser humano, creencias de este tipos son las que más fueron aceptadas y decir lo contrario ameritaba castigos que incluso incluían la muerte.

Fue hasta que aparecieron distintas personas que desafiaron estas creencias e ideas y comenzaron a observar los cielos de una manera muy distinta a lo establecido, fueron personas, curiosas, apasionadas y muy pacientes para ir poco a poco realizando sus propios estudios para después darlos a conocer, algunas personas se vieron en la obligación de retractarse para no perder su vida, mientras otras fueron sacrificadas por no hacerlo.

En el siglo XVI hasta finales del siglo XVII, uno de los movimientos sociales que más ha influido en la sociedad ha sido El Renacimiento, siendo como su nombre lo indica una época en la que se buscaba renovar por completo todos los paradigmas, conocimientos y aplicaciones no solo en el Arte, sino también en el Ámbito Científico de la época, un gran impulso para ello fue el invento de la Imprenta ya que con ello, los estudios independientes eran de una mayor divulgación.

Durante este período, estudiosos de los cielos tuvieron el enorme desafíos de desacreditar lo ya establecido por las autoridades públicas y religiosas de la época, este escrito es sobre esas personas que gracias a ellos ahora tenemos mayor información precisa y sobre todo real de planetas, nuestro Sistema Solar, en sí del Universo mismo y nos ubicaron en un lugar más preciso en él.

Mencionaremos a sus principales representantes, sin embargo hay que recalcar que otras personas retomaron estos descubrimientos y los utilizaron para los suyos propios, lo corrigieron u adecuaron cuando esto fuese necesario.

Fueron cinco los personajes más destacables y de más significancia en este periodo (En cada imagen adjunta encontrarán sus principales aportes a la Astronomía):


1. Nicolás Copérnico. (1473-1543)
 





2. Tycho Brahe. (1546-1601)
 





3. Giordano Bruno (1548-1600)
 


 
4. Johannes Kepler. (1571-1630)
 


 

 5. Galileo Gailei (1564-1642)




Nuestras sociedades necesitan más Copérnicos, Brahes, Brunos, Newtons, Einteins, Cueries, etc. Necesitamos esas personas realmente apasionadas por los que hacen, que aprovechen nuestras tecnologías y sigan revolucionando nuestros conocimientos brindándonos nuevas ideas y perspectivas no sólo de la Astronomía sino en otras Ciencias como Biología, Física, Químicas, etc. elementales para ampliar o saciar nuestra sed de querer saber cada día más.